Jenell L. Blumer

Nombre Completo: Jenell Lyra Blumer.

Edad: 22 años.

Grupo/raza : Civil.

Actividad: Música.

Orientación Sexual: Heterosexual.

Descripción Física: Jenell sin duda alguna se podría diferenciar entre la multitud, entre el grupo de personas normales. Quizás no por su belleza, pues para gusto los colores, pero sí por su melena rubia cual oro y sus grandes ojos verdes esmeraldas, unos ojos que atrapan y cautivan a más de uno. ¿Guapa?, bueno según quien la mire, por supuesto. Es de una estatura media, midiendo alrededor del 1'65 metros. De una conflexión delgada y ligera, movimientos gráciles y elegantes salen de la saludable figura de la chica. De unas piernas largas y esbeltas, que regularmente la hace parecer más alta de lo que en realidad es. Una estrecha cintura y caderas anchas, busto considerablemente normal y un largo cuello de cisne. Sus largos brazos, terminan en unas pequeñas manos de pianista y al final de estos, unas uñas perfectamente cuidadas adornan los finos dedos de los que la muchacha consta.

Su rostro está formado por unas finas facciones. Como antes mencionamos, es dueña de unos grandes y llamativos ojos de color verde claro, con unas negras pestañas que los hacen resaltar aun más. Sus labios carnosos y de un color rosa claro por naturaleza, encierran tras ellos unos blancos dientes. Éstos salen a relucir con su brillante sonrisa, esa que consigue iluminar todo el pequeño rostro de la muchacha.

Descripción Psicológica:
Ahora, olvídate de ese prototipo de chica que te estás montando en tu cabeza por su simple apariencia. Olvida todo aquello que puedas intuir, pues lo más probable es que en su mayoría te equivoques. Para empezar, nunca sabrás cómo va actuar, qué va a decir o qué decisión tomará por muy bien que puedas llegar a conocerla. Es totalmente impredecible, es posible que te saque de quicio su variabilidad a la hora de hacer las cosas pues, además, dificulta la tarea en la que se pueden ver sumidas las personas que traten de conocerla por completo. Es practicamente imposible lograr eso. ¿Tratas de traspasar su barrera?, no te preocupes ella lo levantará más alto, más ancho y más resistente. Posiblemente se alejará de cualquiera al cual le vea tales intenciones, las aparte de su vida por mucho esfuerzo que le suponga tal acto. Por mucho que le duela hacerlo. ¿Protegiéndose a sí misma?, posiblemente sea eso...tiene miedo a sentirse traicionada por alguien al que quiere demasiado, por eso nunca se apega en exceso a los demás, dejando que fuyan por su vida cual río sin fin.

¿Escondes algo?, da igual posiblemente ella acaba por saberlo de una u otra forma. Su capacidad observadora es sumamente peligrosa, se fija en los detalles más insignificantes de los demás. Sacando conclusiones, atando cabos y conociendo a la persona sin que ni tan siquiera la misma sea consciente de ello. Sin embargo, nunca dirá algo que sepa y que la otra persona trate de ocultar. No es su vida, no la incumbe y por lo tanto no interferirá en ella de ninguna de las maneras. Manteniendose al margen en todo momento de las decisiones ajenas. ¿Dar consejos?, odia hacerlo. Piensa que condiciona demasiado a las personas, aunque bien sabe que en numerosas veces son necesarias...incluso para ella.
Consta de una memoria fotográfica, permitiéndole acordarse de cada cosa que ha visto a la perfección. Perseverancia, una palabra que en la vida de Jenell toma su papel importante. Nunca se rinde ante nada, ante nadie...sus metas son sus metas y es lo que desea, por lo tanto no parará hasta saber que ha conseguido su objetivo.

Es una mujer inalcanzable, es más a su punto de vista así tienen que seguir las cosas, alguien por quien perderás la cabeza en cualquier momento, alguien por quien llorarás y por quien lo darías todo en algún momento dado sin recibir nada a cambio. Su completo estado de indiferencia hacía todo lo demás es sumamente apreciable, parace que le importe un real comino todo lo que la rodea. La palabra no es lo suyo, es más, suele travarse cuando de largas charlas se trata y, si se trata de expresarse acerca de algún tema va más que mal. Ironías y sarcasmos para salir del paso o escurrir el bulto...una frialdad aparentemente infranqueable

Hola, me llamo Jenell y soy de nacionalidad alemana. Y sí, soy hija de un ladrón de bancos al que todavía cubro de la ley. Soy cómplice y culpable de obstrucción a la justicia, pero eso nadie lo sabe. Espero. En fin, nací en Alemania, hace exactamente 21 años. Concretamente en Berlín. Digamos que fui un milagro no planeado por mis padres, los cuales por aquellos tiempos eran dos hippies de cuidado. Según me dijeron, me pusieron el nombre que tengo por mi abuela y el segundo, Lyra, por la constelación. Que sí, me crié rodeada de marihuana, sexo y vaguez por doquier en uno de esos pocos grupos del movimiento hippie que aun podían quedar de tiempos pasados.
Mi casa era una pequeña caravana blanca, casi beig por la poca limpieza externa que le daban al exterior de la misma. Rodeada de extensiones de campo verde y no tan verde. Mis padres no trabajaban en nada bueno, compra venta de maría, que es lo que en aquellos tiempos más se llevaba. Sin embargo conmigo, es decir, una boca más que alimentar, no les llegaba el presupuesto para nada. Asique, decidieron pasarse al lado oscuro de la sociedad, empezaron a incumplir uno de los mandamientos de la Biblia -y no, no soy cristiana. Es más soy completamente atea-, robar. Un término que a muchos podría sonarles demasiado grave.

Empezaron con simples comercios sin demasiada importancia, hasta que fueron ascendiendo en la escala de posibilidades. Pasaron a robar grandes almacenes, supermercados...mientras, yo vivía una infancia rodeada de contínuas huídas y, por supuesto, de poca socialización con demás niños. Cambiabamos de lugar a cada robo que realizaban, cambiábamos de apellido como de ropa interior. Me pasaba la vida huyendo con ellos, a todas partes de Alemania e incluso a fuera de ella. Sin embargo, nunca robaba grandes cantidades de dinero, solo lo justo y necesario para unos cuantos meses o para un año completo. Durante el tiempo restante, el anonimato se hacía dueño de nuestras vidas. Y, a pesar de eso, nunca consideré malos a mis padres...ni siquiera que no hicieran nada que no debían. Todo empezó por mí, por mi única y completa existencia.
De nuevo nos fuimos de Alemania, esta vez para acabar en el Reino Unido, más concretamente en Liverpool. Donde mis padres encontraron el fin de sus días como ladrones. Nunca sabré con certeza que es lo que ocurrió, el caso es que me vi obligada a huir cuando vi que a mi madre la habían arrestado y que mi padre huía a toda pastilla calle abajo. Me vi sola, dentro de un coche y sin edad ni motivos para vivir mi vida sola. Sin embargo, mi madre no me miró y mi padre con un leve movimiento de mano, me insunuó que me largara de allí. Lo más lejos que pudiera, en una promesa de reencuentro que todavía estoy esperando que ocurra.

Contaba con exactamente doce años cuando aquello ocurrió, era una niña pequeña, sin nadie a quién poder acudir y con un futuro bastante negro por delante. Sabía de la vida, las ciencias y la historia lo que mis padres me había contado y lo que había aprendido en los diferentes colegios a los que me vi obligada a asistir durante los días de mi vida como "fugitiva". Total, que pasé a vivir en la calle, aprendiendo a sobrevivir cada día, aprendiendo a defenderme a buscar comida y...a robar. Sí, robaba de vez en cuando, esas veces en las que no encontraba nada que llevarme a la boca.
Pero todo cambió cuando, la que hoy es mi madre adoptiva me encontró. No daré más vueltas, en sintesis os diré que me acogió en su casa y pasé a ser de su familia con unos quince años de edad. A partir de entonces empecé a desarrollar mi don y mi gusto por la música, mi madrastra era bailarina de ballet. PEro eso a mí no me gustaba...yo empecé a tocar el piano, con el cual y el paso de los años y de estudiarlo se convirtió en mi profesión.
Me ofrecieron trabajo en Nueva York con mi corta edad gracias a la reputación que me quedó de los conciertos y demases que hacía en Liverpool. Por lo cual, no dudé en irme de allí, dejándo a mi madre atrás. A mi historia ocultaa enterrada en el fondo de mi alma...iniciando el comienzo de una vida completamente diferente.

Ahora trabajo en solitario, dando conciertos de piano y componiendo todo aquello que me viene a la mente. Viviendo en un pequeño piso, en el que solo cabemos yo y Oliver, mi labrador color negro como el carbon.

Fobias:
-A los lugares con mucha agua. La profundidad la aterroriza.
-Tiene un miedo irracional a las abejas.

Gustos:
-El café. Estupendo para todas las mañanas.
-El tabaco. Sí, fuma y bastante, la nicotina la relaja y mantiene despierta.
-Los días lluviosos. Relajante...
-El fútbol. Aunque resulte raro a esta muchacha le encanta.
-Libros de historia. Le gusta conocer.
-Obviamente, la música. No era demasiado difícil de deducir.
-Los animales.

Odios:
-Que se le queme la comida. Que es siempre asique...
-Bailar. Carece totalmente del sentido del rítmo para eso.
-La televisión. Solo echan basura a sus ojos.
-Las personas que preguntan demasiado...
-La impuntualidad. Ella es puntual, ¿por qué los demás no?.
-Los puzzles, la ponen nerviosa y la sacan de quicio.

Manias:
-Nunca hace la cama.
-Camina descalza siempre cuando está en su casa.
-Morderse el interior de la boca.
-Golpear las superficies lisas con las uñas.

Enfermedades:
-Sufre de trombocitopenia. Esta enfermedad consiste en la disminución de plaquetas en la sangre.
Síntomas:
Epistaxis: Hemorragia nasal
Gingivorragia: Sangrado oral, encias.
Esputo: Al toser con sangre.
Equimosis o Hematoma (Moretón o moratón, cardenal): acumulación de sangre bajo la piel.

Idiomas:
-Inglés: Lo aprendió durante su estancia en el RU.
-Aleman: Su lengua materna.

Otros Datos:
-Es ambidiestra.
-Le gusta la leche fría.
-Lleva gafas para la lectura de cerca.
-Sigue estudiando música en un conservatorio.